lo que pasa a nuestro lado

Bueno, hace bastante que no posteo nada, lo que no quiere decir que no tuviera cosas para decir. Tal vez incluso este post sea bastante disperso en cuanto a su hilo conductor, pero ahí va.

En esa búsqueda infranqueable de la completitud del ser cuyo fin es uno solo, y no es otro que el amor, podemos encontrarnos con más de una incertidumbre. Cuando mirás alrededor te das cuenta que tal vez que no tengas una pareja hecha y derecha a tu lado no quiere decir que falte amor en tu vida. Porque ahí están nuestros padres haciendo lo que nadie para que a uno no le falte nada.

Ahí también están nuestros amigos, y hasta ilustres desconocidos que en tan solo instantes pueden generar eso que ilumina mucho más que el resplandor del amanecer.

Me pasó en el Parque Rodó, esperaba un ómnibus y una señora lo esperaba también junto a su hijo (no recuerdo el nombre pero el amor siempre tiene cara de niño). Es indescriptible la energía que transmiten los niños, tan inocentes, tan puros y tan limpios. No han sido contaminados por esta vida cotidiana de desastres bélicos, de distintas "filias", de lucha de poderes. De despedazamiento de los valores humanos.

Si fueramos animales, como nos esforzamos en negar, al menos no destruiríamos todo lo que encontramos a nuestro alcance en busca de estúpidos "logros". Al menos tendríamos más compasión de nuestros cohabitantes de tierra. Y con miradas, tan sólo miradas, todos seríamos niños, corriendo detrás de un sol y sonriendo porque sí.