martes, julio 26, 2005

entre sonrisas y miradas

Por un momento dejamos de pertenecer al mundo. Y nos pertenecimos el uno al otro.

Esos segundos transformados en eternidad, con un cruce de miradas que permaneció más de lo agradable, y una distancia recorrida que más que separarnos nos llevaba indefectiblemente a encontrarnos, . Esa sonrisa pícara y sensual que me dejaste, bastó para recordarme que sí, que sí hay cosas buenas que nos suceden.

Después, lo normal. Cada uno abriendo caminos a recorrer, rodeados de mudos testigos que sabían muy bien lo que sucedía en ese instante.

No sé si el destino nos volverá a cruzar nuevamente. Apuesto a que las cosas de la vida sí lo harán, pero ese momento será irrepetible, sin duda, y tal vez sea el primero de varios que vendrán.

Eso no lo dispongo sólo yo, es cosa de a dos, como el mundo que ayer surgió entre sonrisas y miradas.

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