jueves, enero 05, 2006

el mundo a tus pies

Me lo dijo una guía, una de esas que aparecen en nuestras vidas y que no se van de ella hasta asegurarse que entendimos el concepto de su aparición en nuestro camino. Me ha dejado enseñanzas, y consejos por doquier, hasta se puede decir que la quiero mucho, y que el día que haya cumplido su ciclo y deba retirarse de mi horizonte sentiré una mezcla de tristeza con alegría. Se irá con su misión cumplida, lo cual es bueno, pero extrañaré su presencia física, y perdurará entonces en mí lo que me ha enseñado en este tiempo.

"El mundo a tus pies depende de vos" es su frase de cabecera, o al menos la que más me ha llegado y más recuerdo. Pero, ¿qué dice esto? ¿qué encierra? ¿Mundo material? imposible, no hay vida lo sufcientemente larga para obtenerlo ni alma lo suficientemente vacía para tener ese objetivo.

Una de las tantas historias que me contó para ilustrar las realidades a las que debía adaptarme es la del "gallo de pelea invencible". Este animal, entrenado por un maestro oriental, había adquirido tal seguridad al no desperdiciar su energía interior en provocaciones y riñas sin razón, que sus rivales sucumbían ante su sola mirada. No tenía que mover ni un sólo músculo, su presencia ininmutable garantizaba su victoria de principio a fin.

Entonces, seamos gallos un poco... Imaginemos toda la energía que podríamos adquirir si desestimáramos todas esas provocaciones inútiles y peleas sin fin que nos presenta nuestra rutina. Todo ese potencial al servicio del construir y no del destruir...

Porque, ¿qué aporte le hacemos al mundo con agresiones sin sentido, venganzas prometidas, desconfianzas afectivas y demás actitudes similares? ¿Qué mundo interior estamos generandonos a nosotros mismos?

Todo comienza dentro nuestro. No pretendamos que el afuera sea distinto a nuestro interior, partamos de él para proyectarlo hacia afuera y hacia quienes nos rodean. Así y sólo así, tal vez podamos llegar a otras mentes, otras personas, otros lugares con lo que nos tiene aquí parados, leyendo este post. Con el amor, el amor de hermano, el amor de pareja, el amor de madre, el amor de amigo/a, esa palabrita que tanto mueve y tanto genera adentro nuestro. Nada más ni nada menos que el motor de nuestras existencias.

Tener el mundo a los pies, significa para mí, tener el control de los impulsos externos que nos desgastan, y los miedos interiores que nosotros mismos generamos, para aprovechar esa energía antes desgastada e ir creando y moldeando a nuestro parecer nuestro mundito de adentro. Porque todo empieza adentro. Y todo termina adentro también.

8 comentarios:

vinilica vegana dijo...

...

Unknown dijo...

vinilica este comentario no lo entendí :(

vinilica vegana dijo...

na... que no me salió decir nada aunque estuve harto tratando de ordenar las ideas para escribir... pero, dicen, no siempre hay que decir algo.

Unknown dijo...

Jeje, después de un rato de preguntarte, se me ocurrió eso, por qué lado venía el comentario :)

Gracias!

vinilica vegana dijo...

Que no solo podemos valernos de la fuerza que logremos de las provocaciones del exterior, ni de la que se obtenga de hacer de los miedos internos algo mejor... Hay veces que no hay provocaciones ni miedos... y ahí que?

Unknown dijo...

La idea es no desechar la energía que nos genera nuestra existencia por sí misma en sucesos "banales" como provocaciones exteriores estúpidas, o nuestros miedos que en gran cantidad de casos son generados por nosotros.
No se trata de generar la energía (fuerza) a partir de esas cosas, sino aprovecharla mejor no dándole pelota a eso.

Esa fuerza la tenemos todos, en algún lugar, escondida o no, pero está ahí, en nuestras alegrías y tristezas, es la capacidad de volver a levantarse ante las adversidades, es tan simple como pensar que elegimos el camino más largo y díficil de la vida pero a la vez el más reconfortante y enriquecedor, que es vivirla como es.

Allí creo que radica nuestra fuerza. Ante tanta mierda en el mundo podríamos elegir no vivir esta vida y terminarla, la opción está ahí, latente y tan real que asusta tal vez. Pero nunca la tomamos, siempre elegimos la otra, elegimos dejar esta vida viviéndola, con sus pros y sus contras, cada uno a su manera, pero la vivimos.

vinilica vegana dijo...

No todos eligen esa opción, lamentablemente, de los que están acá, muchos, muchisimos, ni se plantean que existan opciones de vida... Después si, hay, habemos, otros que si estuvimos de frente a la decición y nos quedamos a vivir lo que sea. Te doy la razón, esta bueno aprovechar lo que pasa en la vuelta, no desperdiciar energía ni tiempo ni nada en algo que no amerite... creo que es muy sabio vivir de esa manera, siendo concientes que la vida de uno es justamente de UNO, y que hay que armarse de valor y agarrar las riendas y llevarla a donde corno se nos cante...

Gracias por hacerme repensar en estas cosas.

Unknown dijo...

Vinilica
esto (escribir sobre lo que vivo) surgió como refugio personal a ciertos menesteres de la vida. Sin embargo es maravilloso saber (como puse en otro post que anda por ahí a la deriva je) que con lo que escribo alguien le encuentre un significado positivo para sí mismo, que si está lejos esto lo pueda hacer sentir cerca. Es eso lo que nos une, las vivencias y la actitud frente a ellas.
Esto es más que algo unilateral, se transformó en un enriquecedor intercambio de experiencias que a mi también me ha hecho repensar cosas.

No te puedo explicar lo bien que me hizo leer tu agradecimiento ayer. En un momento en el cual necesito explicaciones pero no las quiero simplemente porque no estoy en condiciones de creerlas, leer lo que escribiste me gratificó mucho.

El agradecido porque estés ahí soy yo.