lunes, agosto 29, 2005

un cambio de rumbo

Me parece importante comentar sobre nuestra capacidad de dar lucha ante situaciones adversas. Esto depende sobre el tipo de persona que cada uno es, pero creo que en consecuencia todo ser humano no se conforma con lo que ve (o no debería) sino que siempre busca superación en toda situación que así se lo plantee.

Pero algunas veces ese litigio puede extenderse demasiado, mucho más de nuestras previsiones incluso. Entonces es hora de hacer un balance sobre nuestras fuerzas, de los objetivos alcanzados, los no alcanzados, y sobre todo la perspectiva que tengamos de la situación.
Porque de no sirve de mucho haber ganado unas pocas batallas si en lo global seguimos perdiendo la guerra. Y si a causa de eso hemos resultado heridos, como seguro que siempre sucede, menos favorable es el panorama entonces.

¿No será mejor apuntar en otra dirección? Buscar un cambio de rumbo puede generar ese desarraigo de la causa perdida en un principio, pero más tarde nos daremos cuenta que tal vez hay cosas que no están destinadas a cambiar, ya que llevan demasiado tiempo persistiendo en esa situación. Entonces tenemos dos opciones:
Podemos atarnos al destino de dicho escenario, sintiendo que no hay nada por hacer pero creyendo que lo único que podemos hacer es permanecer en el barco mientras este se hunde;
O por el contrario, podemos a partir de nuestra aceptación de la realidad, transitar un camino mucho más próspero y fructífero. El de bucar nuestro propia hoja de ruta, generando nosotros mismos la realidad que pretendemos, porque al fin y al cabo el futuro lo edificamos con las decisiones del presente. Allí será entonces, en esta nueva tierra, donde realmente podamos sembrar para luego cosechar.

Porque en terreno derruido nada está en condiciones de permanecer en un estado adecuado. Pasaremos por esas tierras y tal vez recordemos las compulsas que allí se dieron lugar, pero con la certeza esperanzadora que nuestra realidad es ahora otra, y que nuestros sueños caminan por el sendero correcto. Sin lugar a inútiles esfuerzos.

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