viernes, febrero 04, 2005

imposible

Me prohibieron soñar. Me lo dijeron, y yo lo sentí como verdadero. Los pies en tierra para soñar despierto.

Pero cómo no soñar, si enfrente apareciste vos, que me cobijaste bajo tu dulzura. Sentí tu apoyo y preocupación en cada frase. Tu alegría en cada sonrisa fresca y vital. Cómo no creer entonces que las cosas posibles sólo son de aquellos que intentan las imposibles.

Sí, tu vuelo es el mío, y mi ruta es la tuya.
Me hiciste notar que la vida no es vida si no la vivimos y no nos hacemos merecedores de ella con nuestros actos.

Me despertaste a tiempo, pero sólo para dejarme soñar de nuevo con vos.

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